portada

Nuevas extensiones de dominios en Internet serán revelados en los próximos días por la autoridad que supervisa el sistema de direcciones en la red (ICANN), como parte de un proceso iniciado en 2008 y culminado en 2011, y que está “revolucionado” los registros de páginas web de empresas, organizaciones y territorios.

Inicialmente se prevé para esta semana la publicación de una primera tanda de solicitudes de extensiones autorizadas, con las que los distintos propietarios de páginas web buscan garantizar su identidad en Internet.

Al menos esa es la fecha fijada en el calendario de la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Número (ICANN), pese a que fuentes consultadas advierten de que la agenda de la entidad suele ser orientativa.

Para su aprobación, que será escalonada, las solicitudes (que superan las 1.500) tendrán que haber superado una fase de evaluación que descarte objeciones o disputas, o la existencia de más solicitudes para un mismo nombre de dominio.

La directora de nombres de dominio de esta empresa, María García, ha recordado que los nuevos nombres de dominios que se aprueben en las próximas semanas estarán operativos previsiblemente a principios de 2014.

Antes de su aprobación, las extensiones propuestas habrán sido estudiadas en paquetes en donde se incluyen unas 500 en cada uno de ellos.

A las 270 extensiones genéricas y territoriales que existen a día de hoy en Internet, como “.com”, “.es” o “.net” se sumarán otras muchas.

Por ejemplo, las geográficas “.madrid”, “.eus”, “.barcelona”, “.gal”, “.berlin”; “.bike”, “.sport”, “.bank”; también de empresas como “.mango” o de entidades financieras como “.bbva” o “.lacaixa”.

El proceso está causando incertidumbre entre ciertas organizaciones y empresas, dado que temen que ciertos usuarios se adelanten y consigan dominios interesantes para ellas.

La aprobación final de las extensiones incluye dos fases. La primera corre a cargo de un grupo de expertos de ICANN, que evalúa aspectos como si una solicitud geográfica la pide el territorio con derecho sobre la misma o si existe una denominación similar; asimismo, se comprueba la capacidad financiera, técnica y operativa del solicitante.

En una segunda fase, la solicitud llega a la Dirección de ICANN, en donde otro grupo asesora y advierte de aspectos que puedan suscitar confusión, y que deben ser aclarados para que la extensión sea aprobada.